UNIVERSIDAD JUAREZ AUTONOMA DE TABASCO


“ESTUDIO EN LA DUDA, ACCIÓN EN LA FE”





DIVISIÓN ACADÉMICA DE CIENCIAS ECONÓMICO        
ADMINISTRATIVAS




LICENCIATURA EN ADMINISTRACIÓN


ÁLVAREZ SOLÍS ROSA MARÍA
ARCOS  HERNANDEZ PAULINA DEL ROSARIO
ARIAS ARIAS JOSEFINA LIZBETH
 CÓRDOBA AGUILAR DANIELA
LÓPEZ HERNÁNDEZ ANA MARÍA
 MOLINA REYES LEONARDO DANIEL 
 PÉREZ VASCONCELOS IRERI
REYES MORALES ANAYELI
SANSORES RODRÍGUEZ ALEX ELIM 




Prof. Javier Fernando Chávez  Viteri

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LA FILOSOFÍA

INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA

La filosofía es un estudio muy complicado sobre el ser humano y lo que lo rodea. Muchas personas consideran que es aburrido y a la vez tonto buscar respuestas a las preguntas que todos queremos contestar alguna vez en la vida, si ni siquiera podemos tener la certeza de estar en lo correcto.
Cuestiones que pueden ser tan cotidianas en nuestro diario acontecer que a veces nos olvidamos completamente de ellas siendo una parte esencial de nuestra existencia. Esta ciencia es compleja porque trata temas demasiado genéricos, de los cuales no puede saberse a ciencia cierta si son reales o no, pues son estudios sobre cosas muy complicadas como las ideas de Dios, el universo, el ser humano, sus emociones, el bien y el mal y lo más importante: Lo que piensa.
La filosofía sin embargo se  estudia desde dentro.  Es  decir, uno mismo es parte de lo que estudia, es al mismo tiempo protagonista y objeto de la filosofía.
Por eso la realidad central de la filosofía  es la propia vida, la propia naturaleza, la propia idea, la propia esencia.
La palabra Filosofía está formada por las palabras griegas "philo" y "shopia" que significan "amor a la sabiduría"

La ciencia de la Filosofía nace cuando el hombre se empieza a preguntar quién es, de donde viene y cuál es el sentido de la vida.

MÉTODOS EN FILOSOFÍA

MÉTODOS EN FILOSOFÍA

Todo método debe cumplir con dos elementos fundamentales: rigor lógico y el empleo de razonamientos. Se entiende por lo primero la existencia de normas claras y precisas libres de contradicción. Por razonamientos se comprende la utilización de estas normas en un proceso de pensamiento ordenado, inductivo o deductivo.
 Estos dos elementos fundamentales son los que determinan la base metodológica que tiene por fin consolidar o establecer la universalidad dentro de cualquier disciplina científica, y así conocer totalmente el objeto de estudio.

La mayéutica
El método socrático consistía en interrogar a las personas sobre sus propios conceptos, de tal manera que el interrogado se viera en la necesidad de definir claramente lo que entendía por el concepto expresado.
 La mayéutica es más bien un método negativo, en el sentido de que impide a quien es interrogado usar conceptos cuyo significado no sea claro. Más que llevar al alumno o la alumna por el camino de la verdad, es impedirle que se pierda en el camino de las opciones y las opiniones sin fundamento ni claridad. Dicho conocimiento estaría determinado por la sinceridad con que se dieran las opciones, porque de lo contrario sería llevarse a un autoengaño y justificar una sapiencia sobre bases irrisorias que, ante la menor pregunta, se desbaratarían.

La Dialéctica

En la dialéctica platónica, el proceso consiste en contraponer entre sí, opiniones divergentes, señalando de tal modo las contradicciones entre ellas contenidas. En un segundo momento, se trata de superar esas contradicciones por medio de una idea de mayor generalidad y que cobija a ambas opiniones. Y así hasta llegar a las ideas  más universales.

Este método se fundamentaba en la idea de que el conocimiento sensible, expresado en las opiniones, estaba cargado de contradicciones, es decir, falsedades. Al superar tales contradicciones en el diálogo, se superaba también el mundo sensible para llegar a un supuesto mundo de las ideas puras.

La lógica

Dicho proceso apuntaba ante todo a constituirse en el verdadero método de la filosofía, permitiéndole a esta asentar todos sus logros en un verdadero sistema. El sistema estaría sustentado en los elementos propios de la lógica, como son:
  El concepto
  El razonamiento
  El silogismo y sus formas
  La definición.


La duda metódica

Renato Descartes es quien inaugura en la filosofía un movimiento tendiente a esclarecer esa primera idea, que en los métodos anteriores servía como base para el diálogo.
 Se hizo la pregunta de si es posible un verdadero conocimiento, entendiendo por tal aquel del cual no podemos tener la menor duda por su claridad.
 A partir de esto se establece la duda como herramienta; pone en duda todo cuanto existe. De este constante dudar logra establecer que puede dudar de todo, menos de que duda. Con esto descubre la idea de existencia, como la idea de la cual no se puede tener duda.

 Descartes establece todo un sistema centrado en una serie de pasos en el cual se destaca fundamentalmente la duda como herramienta y la existencia como primera idea.

ORIGEN DE LA FILOSOFÍA


El origen de la filosofía está metafísicamente en nuestra naturaleza .La metafísica es la ciencia del ser en tanto ser.
El hacer filosofía es un quehacer humano orientado a buscar la verdad sobre todas las cosas.
En la antigüedad, cuando aún las ciencias no estaban integradas de manera independiente, tal como las conocemos hoy, la filosofía comprendía todos los saberes existentes.

Conforme los diferentes campos del saber crecieron, se fueron constituyendo en disciplinas con objetos de estudio propios, principios propios, métodos propios, etc., hasta definirse como actualmente se nos presentan.
La filosofía, por su parte, no fue ya más el concentrado general del saber existente y cedió el tratamiento de realidades particulares a cada ciencia, dejando para sí el estudio de la totalidad de los seres, en cuanto que se ocupa de estudiar los principios del ser.
Lo más inexacto que existe es definir una realidad. Definir es poner límites, delimitar lo que es y lo que no es una cosa. Señalar la naturaleza de la filosofía supone en consecuencia definir los que es y lo que no es, cuáles son sus problemas y que temas o reflexiones no corresponden a su ámbito, para dónde puede llegar y desde dónde debe partir.


SOCRATES

SÓCRATES
Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego. Pese a que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta el punto de ser llamados presocráticos los filósofos anteriores a él. Rompiendo con las orientaciones predominantes anteriores, su reflexión se centró en el ser humano, particularmente en la ética, y sus ideas pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se asienta la historia de la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo directo suyo, y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.
Biografía
Sócrates fue hijo de una comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422). Fue amigo de Aritias y de Alcibíades, al que salvó la vida.
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Sócrates
La mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres contemporáneos suyos: el historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. El primero retrató a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud, pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del discurso.
Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.
Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido y propensa a comportarse de una manera brutal y soez. En cuanto a su apariencia, siempre se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto desaliñado.

La mayéutica
Al parecer, y durante buena parte de su vida, Sócrates se habría dedicado a deambular por las plazas y los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para sostener largas conversaciones, con frecuencia parecidas a largos interrogatorios. Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza, la mayéutica.
El propio Sócrates comparaba tal método con el oficio de comadrona que ejerció su madre: se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma, por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un verdadero conocimiento.
En sus conversaciones filosóficas, al menos tal y como quedaron reflejadas en los Diálogos de Platón, Sócrates sigue, en efecto, una serie de pautas precisas que configuran el llamado diálogo socrático. A menudo comienza la conversación alabando la sabiduría de su interlocutor y presentándose a sí mismo como un ignorante: tal fingimiento es la llamada ironía socrática, que preside la primera mitad del diálogo. En ella, Sócrates proponía una cuestión (por ejemplo, ¿qué es la virtud?) y alababa la respuesta del interlocutor, pero luego oponía con sucesivas preguntas o contraejemplos sus reparos a las respuestas recibidas, sumiendo en la confusión a su interlocutor, que acababa reconociendo que no sabía nada sobre la cuestión.
Tal logro era un punto esencial: no puede enseñarse algo a quien ya cree saberlo. El primer paso para llegar a la sabiduría es saber que no se sabe nada, o, dicho de otro modo, tomar conciencia de nuestro desconocimiento. Una vez admitida la propia ignorancia, comenzaba la mayéutica propiamente dicha: por medio del diálogo, con nuevas preguntas y razonamientos, Sócrates iba conduciendo a sus interlocutores al descubrimiento (o alumbramiento) de una respuesta precisa a la cuestión planteada, de modo tan sutil que la verdad parecía surgir de su mismo interior, como un descubrimiento propio.
La filosofía de Sócrates
La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas de Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega, al prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores. Como se ha visto, el primer paso para alcanzar el conocimiento consistía en la aceptación de la propia ignorancia, y en el terreno de sus reflexiones éticas, el conocimiento juega un papel fundamental. Sócrates piensa que el hombre no puede hacer el bien si no lo conoce, es decir, si no posee el concepto del mismo y los criterios que permiten discernirlo.
El ser humano aspira a la felicidad, y hacia ello encamina sus acciones. Sólo una conducta virtuosa, por otra parte, proporciona la felicidad. Y de entre todas las virtudes, la más importante es la sabiduría, que incluye a las restantes. El que posee la sabiduría posee todas las virtudes porque, según Sócrates, nadie obra mal a sabiendas: si, por ejemplo, alguien engaña al prójimo es porque, en su ignorancia, no se da cuenta de que el engaño es un mal. El sabio conoce que la honestidad es un bien, porque los beneficios que le reporta (confianza, reputación, estima, honorabilidad) son muy superiores a los que puede reportarle el engaño (riquezas, poder, un matrimonio conveniente).
El ignorante no se da cuenta de ello: si lo supiese, cultivaría la honestidad y no el engaño. En consecuencia, el hombre sabio es necesariamente virtuoso (pues conocer el bien y practicarlo es, para Sócrates, una misma cosa), y el hombre ignorante es necesariamente vicioso. De esta concepción es preciso destacar que la virtud no es algo innato que surge espontáneamente en ciertos hombres, mientras que otros carecen de ella. Todo lo contrario: puesto que la sabiduría contiene las demás virtudes, la virtud puede aprenderse; mediante el entendimiento podemos alcanzar la sabiduría, y con ella la virtud.
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Sócrates toma la cicuta (detalle de un óleo de David)
Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte de lo expuesto que corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su discípulo. Sócrates no dejó doctrina escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para servir como soldado), contra la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en especial de los sofistas. Si, como parece, las ideas éticas antes expuestas son del propio Sócrates, su filosofía se sitúa en la antípodas del escepticismo y del relativismo moral de los sofistas, pese a lo cual, y a causa de su pericia dialéctica, fue considerado en su tiempo como uno de ellos, tal y como refleja la citada comedia de Aristofánes.
Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos que, en el contexto de inestabilidad en que se hallaba Atenas tras las guerras del Peloponeso, acabaron por considerar que su amistad era peligrosa para aristócratas como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente acusado de impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta después de que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de los cargos que se le imputaban.
Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, Sócrates pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como ciudadano se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en algún caso, como el suyo, fuera injusta; peor habría sido la ausencia de ley.


CARTA A SOCRATES

                                             28 De OCTUBRE DEL 2014


DE: ANAYELI REYES MORALES
PARA: SOCRATES

Esta carta que le escribo es para decirle la admiración que siento por usted. Y que las cosas que usted realizo a lo largo de toda su vida a cerca de sus vivencias en su lugar de origen y los métodos que llevo a cabo para hacer de la filosofía algo simplemente maravillosa y para saber cuáles eran todos los cuestionamientos que usted se hacía del origen de la vida y como iba en busca de la verdad. Considero que usted en algún momento sintió miedo. Me intriga saber porque siendo una persona tan pensadora inteligente y tan sabia porque fue enjuiciada y condenado a la pena de muerte porque si ya había aportado tanto a la filosofía no tuvieron consideración de usted.  


    ATTE
                             
                                 Anayeli Reyes Morales